El tercer día de mi aprehensión mental… creo que aun va quedando cordura, bueno eso me dijo tu fotografía cuando platicábamos sobre tu regreso.
No se si deba “llenarme de andorga” o mantenerme en la misma línea de huelga que llevo hasta ahora, creo que simplemente prefiero alejarme de los gérmenes que avanzan y entran en mi boca. ¡Son las 5 post merídiem y no hay indicio de locura! Podría decir que hoy es el día de lucidez y como litigio siento que ya estas aquí.
Mi pijama ya no abriga como al principio y a pesar de ver la ventana cerrada, siento como se cuelan corrientes de aire alrededor de mi cuello.
Bueno, aquí estoy, ansiosa porque se acerca cada vez la hora de tu retorno, ni siquiera se que hora es, el tiempo se detuvo ¡Jajá jajá! Si se detuvo pero… se que ya vienes, ¡si! Ya vienes…
Recuerdo la noche pasada y el encuentro que tuvimos ¡si! ¡Porque eras tu! Lo sé, mi cordura esta intacta ¡jaja jaja jaja¡...
No entiendo porque el teléfono suena con voces extrañas advirtiéndome sobre paranoias y esquizofrenias que no existen, ¡la circunspección esta a flor de piel sobre mi mollera! En este momento podría ser una insigne paladín y volar hasta donde llegaste en tu odisea, pero me dispuse no hacerlo… pues se que regresaras pronto pidiendo que todo sea como era precedentemente… Y ¡si! Así será, puedes estar seguro, las cosas no han cambiado y yo sigo aquí aguardando a que con tu retorno vuelvan los colores a mis mejillas.
Volveré a cerrar mis ojos, ya es hora de nuestra cita imaginaria. No quiero atrasarme o terminaras pensando que padezco algún síndrome de parsimonia. (Duermo)
No hay comentarios:
Publicar un comentario